miércoles, 27 de julio de 2011


Hay historias que son breves, tal vez parece que van a ser largas y de repente tienen un final repentino. Otras historias reinciden en segundas partes. Pero como se suele decir, segundas partes nunca fueron buenas y muchas pasan a un segundo plano. Y extrañamente, a veces llega de forma casi insospechada e inesperada una continuación. Y cuando sabes que has llegado a la tercera parte del gran libro que es tu vida, te das cuenta de que la segunda parte que creíste que no era tan buena, debió de tener alguna trascendencia...

¿Cuántos capítulos más de los que me quedan por leer seguirán recordándome que eres la parte favorita de mi historia?

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